miércoles, 12 de agosto de 2015

AHUYENTADORES DE PALOMAS

Un operario, en el alero del Museo del Vino
Sabida es la gran cantidad de palomas que puebla el casco antiguo de Olite/Erriberri y del daño que hacen en los edificios deshabitados, argumentos contra los que, por ejemplo, han intentado poner remedio esta semana en el casón que alberga en la Placeta el Museo del Vino y la Oficina de Turismo dependiente del Gobierno de Navarra.
         Varios operarios subidos en elevados andamios rodantes han colocado estos días ahuyentadores de aves en las ventanas del edificio y limpiado los aleros y el tejado que, como muchos de la zona, sirven de cobijo a las bandadas de palomas que con sus excrementos perjudican estructuras y ensucian aceras.